PARA TERMINAR...

El condón masculino es uno de los métodos anticonceptivos más usados. Es una funda delgada de látex o poliuretano que se coloca sobre el pene erecto antes de la relación sexual. Un depósito en el extremo del condón atrapa el esperma, e impide que llegue al útero y que el óvulo sea fecundado. Evita que ocurra el embarazo, pero también protege contras algunas infecciones de transmisión sexual. Al igual que el condón femenino, no contiene hormonas y no requiere usar anticonceptivos adicionales para ser eficaz. Debe utilizarse un condón nuevo cada vez que tengas actividad sexual.
Los condones masculinos vienen en distintas formas, tamaños y materiales para adaptarse a los gustos y sensibilidades de cada uno. Usarlos es simple: se retira cuidadosamente el condón de su envase, se aprieta el depósito situado en la punta, y se desliza sobre el pene erecto. Una vez que ha terminado el acto sexual, el condón se retira —asegurándose de no derramar nada y que no esté roto— y se desecha. Muchas personas prefieren usar un lubricante con los condones, y es importante averiguar qué lubricante es apto para usar con el material del condón en uso. Por ejemplo, los lubricantes a base de aceite pueden hacer que los condones de látex se rompan con mayor facilidad, de modo que es importante tener cuidado.